SÁBADO, 26 DE ENERO DE 2013

LECTURAS AL PASO
It's the end of the world... as we know it 
ANTES DE LA TORMENTA, JAVIER ALCOLEA, Adeshoras, 2012.    



   Tuvimos un cartel inigualable en la presentación de la novela de Javier Alcolea, Antes de la tormenta. Acompañaron al autor Fernando Ferro, artista plástico y personalidad vallecana, Augusto Klappenbach, filósofo y colaborador habitual del diario Público.es, y Carlos Fernández Liria, filósofo y agitador político de amplio espectro.

   Y aunque presentábamos una novela, sobre todo se habló de política.... De los estertores de la educación pública, de las últimas bocanadas de la filosofía en la universidad, del derrumbe del régimen, del fin de la ilusión y la confianza, del fin del mundo... 

    Mientras elogiaba Antes de la tormenta, dijo Carlos Fernández Liria:




    "En el libro hay un homenaje a la enseñanza y al mismo tiempo es el testimonio de un tipo de enseñanza que ya no podrá existir más"


    Y pensábamos los libreros: antes de que desaparezca la educación pública, la filosofía, el régimen,... probablemente desapareceremos las librerías. ¿Y si por un extraño devenir consiguiéramos que hubiera una biblioteca en cada barrio, llena de libros, de todos los libros? ¿Deberíamos resistirnos? 

    Ya lo dijo Gloria Fuertes, que era de Lavapiés y sus mejores poemas no los escribió para los niños. Como este "Siempre hay alguien" del libro Poemas del suburbio. Todo asusta (Editorial Torremozas):


Quitaros esa máscara,
la tristeza no es más que una careta,
puede durar tanto como tardes en quitártela tú mismo,
prueba.
Estás provocándote llanto artificial, hermano;
he dicho hermano y debí decir amante.
Nos cogemos las manos y no decimos que se siente nada.
Poco a poco se va mezclando nuestra sangre en los
                                                               encuentros.
Un buen día acabaremos por ser la misma cosa.
Libres somos.
Frecuentamos el dolor porque queremos,
como pudiéramos frecuentar el parque.
Hablamos de mutuas soledades,
hablamos de aventuras que tuvimos,
de que todo está lejos,
de que es difícil.
Y nunca hablamos de esto maravilloso que nos va
                                              convirtiendo en ranas.
Quién dijo que la melancolía es elegante?
Quitaros esa máscara de tristeza,
siempre hay motivo para cantar,
para alabar al santísimo misterio,
no seamos cobardes,
corramos a decírselo a quien sea,
siempre hay alguien que amamos y nos ama. 


 



Todas las fotografías son de María José Martín Luque.

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